Escribe: María Rosa Montes


Los ejemplos positivos de mujeres que triunfan en el mundo de la ciencia y la tecnología son considerados argumentos poderosos para motivar a mujeres y niñas a involucrarse en ese campo donde todavía son minoría. Por ello, hoy conoceremos a seis jóvenes profesionales del Instituto del Bien Común - IBC que ponen al servicio del cuidado del medio ambiente su gran pasión, conocimientos científicos y talento para el uso de la tecnología. 

Sandra, Andrea, Nicole, Carla, Zuley y Kathrin son miembros de un equipo de ingenieras geográficas, forestales, ambientales, y geógrafas, cartógrafas y especialistas en sistemas que se dedica a monitorear la cobertura natural de la cuenca amazónica peruana. Cada una de ellas se desenvuelve con gran soltura y seguridad, ya sea adecuando la herramienta de mapeo al relieve variado de la Amazonía andina, o analizando y clasificando imágenes satelitales, elaborando mapas, o haciendo verificaciones en campo, a menudo en puntos remotos de la Amazonía.

Como parte de MapBiomas Amazonía, una red de colaboración que reúne a organizaciones de seis países amazónicos, incluyendo el IBC, este equipo ha logrado registrar en mapas dinámicos de gran precisión 36 años de cambios en el uso del suelo de toda la región, desde los glaciares andinos que dan nacimiento a los ríos amazónicos hasta la gran llanura amazónica. Los resultados de su trabajo serán el tema central del conversatorio Cuenca Amazónica Peruana: 36 años de cambios (1985-2020), que organiza el IBC este viernes 18 a las 9:00 horas de Lima 

Como sabemos, el mundo de la ciencia y la tecnología no siempre fue considerado un territorio apto para mujeres: llegar hasta aquí supuso luchar y mantenerse firmes para hacerse escuchar. Sandra Ríos, ingeniera geógrafa, líder del equipo de monitoreo en IBC y en MapBiomas Amazonia, comparte su experiencia. Refiere cómo las estudiantes mujeres, compañeras suyas en la carrera de Ingeniería Geográfica, eran menos del 25 por ciento del estudiantado. “A algunas les tomó más tiempo que a otras, pero a punta de esfuerzo y tesón, todas ellas lograron graduarse. Luego, en el trabajo, sobre todo al inicio, sí, me costaba mucho demostrar mis capacidades. Siempre hubo el prejuicio de que no rendiría como un hombre, principalmente si el puesto incluía campo o manejo de tecnología”, añade.

Andrea Bravo, ingeniera forestal, ha advertido un cambio en la última década: “Durante mis estudios no tuve mayor problema de inclusión, con excepción de algunas materias sobre aprovechamiento forestal (…) Pero nuestras capacidades quedaron demostradas, tanto en la teoría como en el campo. Y les enseñamos también, a algunos profesores, que el bosque no se reserva derechos de admisión”, concluye. También menciona una experiencia laboral positiva con el equipo internacional de MapBiomas Amazonía, donde los aportes de cada uno de los integrantes, desde su disciplina particular, han contribuido a desarrollar la metodología de análisis y afinar las herramientas de elaboración de mapas de cobertura y uso.

“En el campo de la tecnología y los sistemas de información geográfica, hoy en día tanto hombres como mujeres tenemos las mismas oportunidades para salir adelante”, afirma Nicole Moreno, geógrafa. “Los retos son el constante cambio y la necesidad de actualizarse permanentemente”, añade. Aunque a veces dedique largas horas de trabajo en gabinete, Nicole siente una especial satisfacción con el trabajo que desarrolla en IBC: “Todo nuestro trabajo es en beneficio y defensa de nuestros territorios, y a la vez aportamos constantemente a la generación de información espacial, que muchas veces es escasa a nivel nacional”.

Similar satisfacción siente Carla Soria, especialista en sistemas y responsable de la base de datos del Sistema de Información de Comunidades Nativas de la Amazonía Peruana, que es un motivo de orgullo para ella. Asimismo, Carla combina su creatividad y sentido estético con rigor científico en la elaboración de mapas que figuran en numerosas publicaciones y colecciones del IBC y la Raisg.

Zuley Cáceres, ingeniera ambiental, especialista en conservación de la biodiversidad, dice sentirse “muy feliz de poder trabajar en esta rama de la conservación y tecnología, utilizando todas estas herramientas innovadoras para el monitoreo de bosques”. Señala que en la actualidad son muchas las mujeres estudiando y liderando iniciativas que involucran tecnología, y un ejemplo de ello es la fuerte composición femenina de los equipos de monitoreo del IBC y de la red amazónica Raisg. Siente que sus ideas y opiniones son respetadas, por lo que expresa gratitud hacia las mujeres que a lo largo de la historia “elevaron sus voces para hacer que se reconozca nuestra capacidad”.

Kathrin Hopfgartner, socióloga, con maestría en sistemas de información geográfica, refiere que fue su gran pasión por viajar y explorar el mundo “aunque sea a través de mapas” lo que le atrajo al campo de la ciencia y la tecnología. “Me siento feliz de poder dar ejemplo a otras mujeres, feliz de ser una profesional que ha estudiado y logrado trabajar en lo que le gusta. Es importante dar un ejemplo a otras mujeres, sobre todo cuando una va al campo, a las comunidades, y demostrar que es posible seguir adelante con una pasión. De esa forma, doy ejemplo a mi hija”.