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Estudios identifican causas de la deforestación en la Amazonía desde 1970

- Entre 2000 y 2013 se perdieron 222.249 km2 de bosques amazónicos. El 99% de las Áreas Naturales Protegidas y los Territorios Indígenas están sujetos a presiones o amenazas.

Publicado: 2015-11-25

La deforestación y otras presiones y amenazas presentes en la Amazonía son los temas centrales de un conjunto de mapas y publicaciones elaboradas por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) con el fin de visibilizar la situación social y ambiental de la Amazonía para fortalecer la gobernanza de la región. Los productos -dos mapas y una publicación- serán presentados al público este miércoles 25 y jueves 26 en Lima, previo a su presentación por la RAISG en el marco de la cumbre del clima COP 21 de París. 

La RAISG analiza en estas publicaciones la rápida pérdida de bosques y la transformación del paisaje que viene experimentando la región desde 1970, y con mucho mayor énfasis a partir del año 2000. El foco de las mismas está puesto en las áreas naturales protegidas y los territorios indígenas de la Amazonía, dando cuenta del importante papel que juegan en la conservación del bioma amazónico y el manejo adecuado del paisaje amazónico.

“Hoy en día, la expansión de las fronteras del mercado y los avances de los frentes de colonización y de la deforestación producen impactos ambientales y culturales cada vez más agudos y de mayor escala en la Amazonia”, advierten los mencionados estudios de RAISG.

Entre 2000 y 2013 se perdieron 222.249 km2 de bosques amazónicos, según establece el “Mapa Amazonía 2015: Deforestación 2000-2013”. Este dato es contextualizado por el estudio “Deforestación en la Amazonía (1970-2013)”, que presenta una aproximación histórica de la transformación del paisaje amazónico, con información detallada por países. Según el estudio, si en los treinta años que median entre 1970 y el año 2000 se había deforestado un 9,7% de la región, en tan solo trece años (entre 2000 y 2013) dicho porcentaje subió a 13,3%, lo que representa un incremento relativo de 37%.

“Estos datos deben considerarse a la luz de la importancia que tiene la región -contiene la mayor extensión de bosque húmedo tropical del planeta– para la regulación climática global y la resiliencia planetaria ante los efectos del calentamiento global y el cambio climático inducidos por la intervención humana”, advierte Richard Chase Smith, director de Instituto del Bien Común, entidad que integra la RAISG. “En términos de carbono, y considerando exclusivamente la vegetación leñosa, el bosque tropical amazónico representa cerca de 38% de los 228.700 millones de toneladas métricas de carbono encontradas en las regiones tropicales de América, África y Asia”, añade.

El estudio histórico revela que en todos los países de la región prevalece la visión de la Amazonía como una frontera remota, despoblada y fuente inagotable de recursos naturales, pero que esta visión se ha complejizado en los últimos 50 años a raíz de las nuevas formas de la inserción de la Amazonía en las economías nacionales. Así, actualmente es considerada fuente de soberanía energética y de ingresos, a partir de la extracción y comercialización de materias primas e insumos. A nivel mundial, figura como la mayor fuente de agua dulce y biodiversidad, reguladora del clima del planeta y sumidero de grandes cantidades de gases de efecto invernadero.

Las actividades agropecuarias y las obras de infraestructura, como carreteras y represas hidroeléctricas, están entre los factores que ejercen mayor presión sobre los bosques de toda la región, señalan los estudios de RAISG. Sin embargo, existen presiones y amenazas que son específicas para cada país, entre las que se puede mencionar, entre otras, la minería ilegal, la explotación de hidrocarburos y los cultivos ilícitos.

Además de las causas de la deforestación que caracterizan el escenario amazónico en general, en los países andinos las presiones generadas por la explotación amazónica se concentran en algunas de las cabeceras de las macrocuencas, lo que significa un riesgo adicional para los bosques y también para los cuerpos de agua, en cuanto a calidad y cantidad. Varias causas son comunes a todos los países, tales como la agroproducción o las presiones provocadas por grandes obras de infraestructura.

Mapa de Presiones y Amenazas sobre la Amazonía

Carreteras, hidroeléctricas, minería, quemas, deforestación y petróleo y gas han sido identificadas por la RAISG como causas importantes de la transformación del paisaje amazónico en la última década, según el análisis contenido en el novedoso mapa titulado “Presiones y Amenazas sobre las Áreas Protegidas y los Territorios Indígenas de la Amazonía 2015“. Por presiones se entienden las acciones de origen humano que ponen en peligro la integridad de los ecosistemas y los derechos colectivos de sus habitantes. Las amenazas, de otro lado, son iniciativas previstas para el futuro próximo que pueden convertirse en presiones una vez implementadas.

Estas seis presiones y amenazas son evaluadas respecto a dos unidades territoriales: Áreas Naturales Protegidas (ANP) y Territorios Indígenas TI). Según la RAISG, cerca a la mitad de la Amazonía (45%) está constituida por áreas naturales protegidas (22,3%) y territorios indígenas (28.18) [1].E El mapa “Presiones y Amenazas sobre las Áreas Protegidas y los Territorios Indígenas de la Amazonía 2015“ revela que actualmente el 99% de las áreas naturales protegidas y territorios indígenas de la Amazonía presenta al menos una de las seis presiones y amenazas analizadas superpuestas sobre una parte o la totalidad de su territorio, siendo muy excepcionales los caso de áreas que se encuentran libres de presiones o amenazas.

Richard Chase Smith, director del instituto del Bien Común, subrayó la importancia de fortalecer la gobernanza en estos territorios, que actúan como barreras ante el rápido avance de la deforestación, además de jugar un papel muy importante en la conservación del bioma amazónico y en el manejo adecuado del mismo, como lo han demostrado los estudios realizados a nivel de países por organizaciones miembros de la RAISG.

“Es muy preocupante el panorama que presenta el Mapa de Presiones y Amenazas 2015, puesto que muestra hasta qué grado las áreas naturales protegidas y los territorios indígenas están siendo objeto de presiones o amenazas a lo largo y ancho de la región amazónica. Y esto, sin contar con el análisis de otras presiones y amenazas que están ganando mucho terreno últimamente, como la agroindustria y la ganadería, y que serán motivo de futuros estudios de RAISG” concluyó Smith.

Datos por países amazónicos

En la Amazonía boliviana la pérdida de bosque alcanzó alrededor de 10 mil km2 entre los años 2000-2013. Las tres causas directas principales son la ganadería, la agricultura mecanizada y la agricultura en pequeña escala (Pág 14).

En la Amazonía brasilera el ritmo de la deforestación disminuyó a partir de 2006. No obstante, de 2000 a 2013 se perdieron 174 mil km2 de bosque, es decir, 5% de la superficie boscosa original. Esta pérdida está asociada principalmente con la agricultura y la ganadería (Pág. 16).

En la Amazonía colombiana la deforestación experimentó un aumento importante en el período 2005-2010, cuando se perdieron 6.167 km2 de bosques. De 2010 a 2013, se registró una pérdida de 1.684 km2, lo cual implica una reducción en la velocidad de pérdida anual. De 2010 a 2013 se registró una pérdida de 1.684 km2. La principal presión sobre la amazonia colombiana es la expansión de la frontera agrícola. (Págs. 23) Una de las principales presiones es la expansión de la frontera agrícola. (Págs. 23)

La Amazonía ecuatoriana evidencia la segunda mayor pérdida proporcional acumulada de bosque en la región, con una deforestación de 10,7% de su bosque original. El petróleo es y va a seguir siendo su principal amenaza. (Pág. 28).

La Amazonía peruana presenta la cuarta mayor pérdida acumulada de bosque en la región (9,1%) entre 2010 y 2013. La agricultura y la ganadería son importantes causas directas de deforestación, pero a partir de 2009 son una amenaza creciente las plantaciones agroindustriales (palma y cacao), que demandan concesiones cada vez mayores de bosque primario. (Págs. 32 a 35)

En la Amazonía venezolana, en contraposición a la tendencia regional, la cantidad de bosque perdido aumentó progresivamente entre 2005 y 2013. En el contexto del territorio amazónico venezolano, la extensión deforestada es relativamente baja (3,3%), pero preocupa el aumento sostenido observado. Entre las causas, la minería ilegal surge como una de las principales amenazas al bosque (Págs. 36 y 39).

En la Amazonía de Suriname, Guyana y Guyane Française la demanda por más energía para sostener el crecimiento económico es una amenaza. Conjuntamente, las tres Guayanas han perdido el 3,2% de sus bosques, pero Guyana y Guyane Française presentaron tasas mayores de pérdida entre 2000 y 2013 (1%) que Suriname (0,4%). (Pág. 41)

Sobre la RAISG

RAISG es una iniciativa regional amazónica que desde 2007 viene generando información georreferenciada y análisis sobre la dinámica contemporánea de la Amazonía, contribuyendo así a visibilizar la situación social y ambiental de la Amazonía, con el fin de fortalecer la gobernanza de la región.

Actualmente integran la red RAISG instituciones de seis de los nueve países amazónicos: FAN (Bolivia), ISA e IMAZON (Brasil), Fundación Gaia Amazonas (Colombia), EcoCiencia (Ecuador), IBC (Perú) y Provita (Venezuela).

RAISG desea agradecer el apoyo prestado por la Fundación FORD para la difusión de estos productos.

raisg.socioambiental.org


Escrito por

Instituto del Bien Común

Trabajamos con comunidades rurales para promover la gestión óptima de los bienes comunes, tales como territorios comunales, cuerpos de agua,pesquerías y áreas naturales protegidas


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